lunes, mayo 28, 2007

Campechano

En 1991 estaba de moda decir "¡qué padre!".

Ahora lo que se usa es decir "es lo que te digo", aunque en realidad no te estén diciendo nada. Puede usarse así suelto, tras realizar una acción cualquiera (abrir una puerta o estornudar), o al final de una frase.

Yo, por más que me esfuerzo por estar en onda, jamás encuentro cuándo decirlo.

¡Qué padre! Siempre seré una dama sin modernidad.

Es lo que les digo.

* * *

Checkmate

Pensará usted que nos faltó tiempo. En realidad tiempo sobró. El usted no es por respeto, es porque a partir de ahora me es absolutamente ajeno. Me gastó la espera. Me aburrió el juego tan falto de esfuerzo. En adelante todo será mentira. Váyase y no vuelva. Si voltea para atrás, las palabras y los sentimientos se convertirán en estatuas de sal. Los mitos siempre. El amor jamás. Game over.

5 comentarios:

Gilmar Ayala Meneses dijo...

Checkmate

Pensará usted que nos faltó tiempo. En realidad tiempo sobró. El usted no es por respeto, es porque a partir de ahora me es absolutamente ajeno. Me gastó la espera. Me aburrió el juego tan falto de esfuerzo. En adelante todo será mentira. Váyase y no vuelva. Si voltea para atrás, las palabras y los sentimientos se convertirán en estatuas de sal. Los mitos siempre. El amor jamás. Game over.


Sencillo, claro y contundente. Soy fan.

B West dijo...

Me ha gustado, siento propias tus palabras!


:)

Luis Ricardo dijo...

Padriuris.

Anónimo dijo...

no conocia ese de "es lo que te digo" tal vez solo sea en gdl, donde todo aunque es muy raro y diferente, tambien es "bien padre"...


a mi me gusta decir "and that's the way the cookie crumbles"

deliciosamente pretencioso

Yanosoy dijo...

Podría jurar que eso de las estatuas de sal lo has dicho antes. ¿O lo he dicho yo? <<---(y luego me pregunto si eso esta bien dicho)

El amor jamás, claro que el amor jamás. Dime querida, cómo podemos pensar diferente, cambiar de idea, hacernos los ciegos, y quizá hasta pendejos. Y mientras digo esto ando infectado del virus C.R.U.S.H. y mi mentesita me juega bromitas y me hace ver cosas que ni son. Es mi momento febril. El amor ni es. O al menos eso quiero pensar.

ahem... quitandome el mood de hermano gemelo malvado regañon, te digo que lo de aquí de la oficina es decir: "Y las chelas". Que padre ¿no?