martes, julio 24, 2007

Del descaro climático

En Guadalajara primero está la tormenta. La lluvia de arriba a abajo, la lluvia oblicua, la lluvia que moja por todos lados. Quizá sales, no por otra cosa que necesidad, inocentemente resguardado por un paraguas, pero, claro, te lo voltea el viento. Los árboles se llevan los cables de luz en el camino a caer sobre una casa. Afuera, en cualquier lugar, un perrito ensopado le mienta la madre al cielo con ladridos porque se olvidaron de dejarlo entrar a donde pudiera refugiarse. No hay camellones, no hay calles, no hay nada, están bajo el agua que no se va por las alcantarillas, las que, por su parte, sí se tragan a los carros, a la gente. Pero después, de pronto, cuando menos lo esperes, en Guadalajara ya no está la tormenta. Descubriéndose arriba todo azul y con un saldo de menos paraguas funcionales, menos árboles, menos techos, menos autos, menos personas y menos ánimos del perrito ensopado que se deshace de la lluvia con una buena sacudida, el sol aparece. Como si nada hubiera pasado.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo ví aquí a tu payaso, en un camión con anuncios viejos. Me acordé de tí, le tomé una foto pero era de noche y no salió. Y es que los payasos no ven de noche.

Gran Fornicador dijo...

Y las prostitutas son ciegas al movimiento, tapetazo. Este post es el equivalente al de la vaca, de monterroso, pero con un perrito.

Erick dijo...

Wow, bellísimo. Yo saldría a acompañar al perrito ese bajo la tormenta. Total, al final, la mojada es sólo un recuerdo.

isis dijo...

Es verdá, cuando menos lo esperas ya está el solazo en guadalajara-guadalajara. Me dijeron que hoy no me bañara temprano porque al cabo ya iba a llegar mojada (¿?).

Y me imagino que tu paraguas era de los que se extienden, no de los largotes... O a ver, cuenta...

Laia Jufresa dijo...

ay sí sí pero qué tal cuando tienes que manejar eh eh!?

Cerillo dijo...

Se dice como parábola de la vida. "Despues de la tormenta siempre aparece el sol"

Emma dijo...

es el cambio climático...

Anónimo dijo...

Hubo un tiempo en que las alcantarillas explotaban en Guadalajara y la gente volaba por los aires... bueno, no sé si volaban... pero sí explotaban.

Gilmar Ayala Meneses dijo...

Implacable y dinamita, tiene razón al quejarse de la lluvia oblicua, auqnue he de decirle que yo extraño un poco la lluvia hace días que en BCN no cae una gota y el calor y la humedad son un delirio.

Luis Ricardo dijo...

Yo estaba seguro de haber comentado en este post.