martes, enero 29, 2008

Lo prometido es broma (al parecer)

Una vez mi mamá atendió una niña con un dolor de estómago asesino. Al preguntarle qué había comido en el día, la niña, después de enumerarle los alimentos, agregó con naturalidad

- y me tomé una botella de salsa Valentina
- ¿cómo? ¿se la pusiste a unas papas o algo?
- no, sola
- ¿pero un poquito?
- no, toda

Hacer cosas muy estúpidas es el deporsí de los niños, pero al parecer la costumbre se queda. La gente actúa estúpidamente todo el tiempo y después se lamenta, ay ay ay, por qué por qué por qué a mí? Ya no creo en la posibilidad de tragedias que no sean autoprovocadas y, por tanto, inmerecidas.

A mí me duele el todo porque me tomé (sola y toda) una botella de fe en el hombre y en las palabras, cuando todos claramente me decían cuidadito y me decían que no y que no.

Al menos no me lamento (tanto). Aguanto (vara). Y me siento (de sentar) a esperar que pase el dolor, el derrumbe.

Pero mientras me siento (de sentar) inevitablemente me siento (de sentir) enormemente pendeja. Tan inocente pobre amiga. Tan como en las telenovelas.

Gracielita, esa pobre campesina.

jueves, enero 24, 2008

(Re)volver la vida - for what it's worth

Son recuerdos que me superan, que se vuelven indecibles, pero son casi todo lo que soy. Tal vez por eso me quedo tan callada.

Habría que atreverse a recuperar su música para acompañar una explicación que sería larga; perderme en minucias y esperar que a alguien le interesaran. Reconstruir cuando el mar era muy verde por lo mejor, a veces gris, en partes manso y a la distancia siempre enfurecido. La arena dorada, suave, a veces invisible debajo de piedras pequeñas pero continuas, calientes de día, que hacían doloroso caminar. Decir que la tierra nunca estaba quieta, que era polvo que se levantaba sin importarle la humedad, que había bichos y conchas irrecuperables, que las almendras se arrancaban del árbol para abrirles a golpe de piedras la carne, y que el café, por encima de su semilla, era rojo, dulce y todas las mañanas se desprendía de una rama para desayunar.

Decir que viví con comejenes, con tejones, con garrobos, animales con nombres hermosos, y que aprendí la belleza de las palabras.

Era muy chica y hablaba muy poco, como ahora, pero entonces porque todo de lo que hoy tendría que hablar y no me alcanza estaba ahí, y yo sólo podía verlo, aprehenderlo, ponérmelo en alguna parte no demasiado expuesta para no cambiarlo, para no olvidarlo, para nunca dejarlo ir, porque si todo es algo (y ese algo es personal) son esos años, esa vida, ese lugar.



Nadie sabe (y a nadie le importa) que aprendí a medir hasta dónde topa la marea conforme se va poniendo el sol.



Después, todo se cayó (en la metáfora y en lo literal), pero yo sé de las pertenencias, sé que aunque se rompan, se cambien, se entierren bajo lo nuevo, no se pierden; el suelo es bastión y su recuerdo arraigo.


Sé que, sin que nadie lo sepa ni a nadie le importe, ése lugar es mío.

Sobre todo lo que se deshaga, mi valle bonito me guarda.


Andando sin buscarlo voy a regresar.

Comienza por el principio y, cuando termines, te callas

* El Hang in there, baby! era indesperdiciable, hasta me dio un poco de pena quitarlo. Ya volverá. Ahora ya no se prevé el regreso de blog, sino de la plantilla de berrinche, cosas de la modernidad.


* No sé cuándo se volvió tan difícil escribir en este blog. It used to feel so nice, it used to be so good.


* El concepto de "archive, agrupe ¡y encuentre sus correos con facilidad!" de Gmail no podría estar más torcido. Ya no supe a dónde se fue mi templete. Mientras descubro dónde se archiva lo archivado (seguramente en el archivo y el que lo desarchive buen desarchivador será) uso este, que es viejo como el caldo de pollo. Emoción volver a ver a Flavia la gata, debe haberse aburrido mucho en el limbo de las cibercosas que se quitan pero no se borran. Y es así como los ceros y unos aprenden sobre la vida real.


* De pronto me dan ganas de tratar temas de actualidad: ¿Por qué se murió Heath Ledger y no Jude Law o el guerito insoportable ese de Coldplay? Aj.


* Lo que me recuerda



* Luego: cosas mejores.

martes, enero 22, 2008

domingo, enero 13, 2008

Follow the leader

En el sueño era la víspera del fin del mundo. Los que quedaban se habían dividido en dos grupos con ideas diferentes sobre cómo salvarse. Aparentemtente, si se presentaba necesario había que deshacerse de los otros para asegurar la propia salvación. Sin tener muy claro cuál era mi papel, a mí me tocaba ir a hablar con el bando contrario. Entonces me daba cuenta que su líder era Alexis Ayala. Sobrevenía la tranquilidad: lo teníamos ganado. Se sabe como regla universal: nadie vence al fin del mundo formando parte de las huestes del mero mero villanazo de Yo amo a Juan querendón.


Se siente bien (al menos en sueños) ganar.



During a zombie attack, please follow me





Guess who will lead you to a softer world





* Hoy en "visite a": Visite a Isis, quien me hizo el avatar.

sábado, enero 12, 2008

Monitos que explican todo

Me gustaría que la vida fuera más exploding dog y menos toothpaste for dinner, pero, como las cosas nunca son como se quisieran, bien mirada creo que la mayoría de las veces es sólo Natalie Dee, lo que no está tan bien, pero tampoco tan mal. Así que tome a su white ninja de preferencia, porque no sacamos nada en claro pero algo se tiene que hacer, y ahora vamos a bailar*.


*el baile de ponernos nombres, ponérselos a cuanto hay, y empezar a pintarle cuernos a todo y todos los que están de más.



¡Wepa!

miércoles, enero 09, 2008

Es que es como el verbo, como la vida misma

Que la frase "es que la gente es muy hija de puta" es aquella que existe en un continuo hacerse.

Dramón que se acaba (pero no se termina) de corroborar.

Reconsideraciones del mismo lamento de siempre que parece que se va pero luego vuelve y prudentes agradecimientos de medio tiempo

Lo malo no es que siempre me imagino lo peor, lo peor es que (casi) siempre tengo razón.

Lo bueno es que siempre queda lo que me grite desde donde esté, lo suficientemente fuerte para ser audible hasta el centro profundo del drama, que, aunque se caiga esto y aunque se caiga aquello, sigue valiendo la pena conservar intacta la esperanza.

Sí, la desgracia y todo, de nuevo me sobran los motivos, pero también me sobran (porque las que tengo me bastan y son enormes) las razones para aguantar.




Worst cover version

Ninguna novedad pero funciona en muchos niveles y aprovecho, porque aquí se apoya por sobre todas las cosas al ardillismo y a la genialidad, y qué mejor si estos vienen juntos.



La genialidad: Sing you a song about all the sad imitations that got it so wrong...






El ardillismo: Like an own-brand box of Corn Flakes, he's gonna let you down, my friend.


All-in-one. Such a bloody delight.

(No entiendo quién es el que canta después de Bjork, se parece a Emmanuel, pero yo creo que no.)

martes, enero 08, 2008

De consuelos (desconsuelos) II

Lo bueno de ser yo a estas alturas es el tener la seguridad de que todo lo malo que me haga o me hagan no es lo peor que me pasará, y muy probablemente tampoco lo peor que me ha pasado.

Es como tener un vale de descuento o un pase para salir de la cárcel del Turista para las tragedias.

Cómo ¿ya la desgracia otra vez? ¿Tan pronto? ¿Sí?

Utilizo mi gecetrón.


Tenga para que se entretenga.

lunes, enero 07, 2008

domingo, enero 06, 2008

Dosmilochomil

En el 2007, después de que Mario nos hiciera de su agujerada y verde tarjeta, a Laia se le reveló con claridad que hemos entrado irremediablemente en el mundo del tarjetismo, aquel donde cualquier persona que se presenta, extiende al tiempo un cartoncito con su nombre y su quehacer, respecto al cual deberá recibir las exigencias, atenciones o pleitesías correspondientes.

Con lo aprendido el año pasado (y no me refiero al tarjetismo, sino a las desgracias), y como ya estoy en edad y todavía sigo intentando dejar de ser una dama sin modernidad, entre los propósitos para el 2008 estará hacerme una tarjeta de presentación a repartir todo el año a cuanta persona se deje, en la que se lea sin garigol y con toda determinación:




Graciela Romero
No me chinguen




A ver si funciona.

(Yo también quiero tener de dónde comparar el principio con el final: diciembre dirá.)